Hace días que se acabó la Navidad, ya estamos a mediados de mes, y aunque nuestro propósito había sido compensar los excesos navideños tan pronto el día 6 llegara a su fin, es posible que nos esté costando más de lo que pensábamos volver al camino correcto.

Y de repente nos damos cuenta de que aunque fuimos capaces de adelgazar y nos hemos mantenido durante meses/años, ahora podemos volver a sentir, con mayor o menor fuerza, que la necesidad de comer quiere tomar las decisiones por nosotras mismas y podemos llegar a dudar de nuestra capacidad de volver a donde estábamos antes de las tan anheladas y temidas Navidades.

 Pero, ¿esto significa que no he aprendido nada?, ¿que el monstruo de comer sigue ahí?, ¿que lo que he hecho hasta ahora en el fondo no me asegura que sea capaz de mantenerme siempre?

 Muchas preguntas, muchas dudas y muchos miedos

 ¿No has aprendido nada?: No lo creo, el simple hecho de que te estés planteando estas preguntas y te estés dando cuenta de que la comida ha vuelto a intentar tomar el mando de tu vida y sientas ganas de comer sano otra vez, de beber agua, de salir a caminar,…de sentirte ligera como te sentías, es un claro ejemplo de que algo has aprendido. 

 ¿Lo sabes y lo tienes todo ya controlado?, seguramente no; pero eso no quiere decir que no hayas aprendido nada y no quiere decir tampoco que empieces desde cero, solo quiere decir que te queda camino por recorrer y aprendizajes por interiorizar, pero cada día estás más y más cerca de donde quieres estar.

 ¿Que el monstruo de comer sigue ahí?: Sí, sigue ahí, los monstruos son monstruos porque cuesta deshacerse de ellos y a la mínima que nos descuidamos intentan reaparecer en nuestras vidas. Sí, sigue ahí, pero lo bueno es que ya sabes cómo domarlo, lo has venido haciendo durante meses; ya has visto cómo puede reaparecer y con qué fuerza (seguramente menos fuerza que la que tenía hace años); pero también vas a ver, que a pesar de que vuelvas a sentirlo como algo que no vas a ser capaz de controlar, el simple hecho de volverte a organizar y poniendo un extra de fuerza de voluntad, lo tendrás dominado en unos cuantos días.

 ¿Que lo que has hecho hasta ahora, en el fondo, no te asegura que seas capaz de seguir y después mantenerte? No, claro que no, lo hecho hasta ahora te ha llevado hasta donde estás ahora y te ha acercado más a tu objetivo, pero todavía hay camino que recorrer, y todavía tienes que hacer tuyo que si vuelves a comer como comías volverás al peso que tenías.

 Yo te puedo decir que es normal que te cueste, que la tendencia a resistirte a comenzar va a existir, que una parte de ti estará tirando hacia «un día más no pasa nada, tampoco estoy comiendo tanto como antes» y la otra tirara a «tengo que empezar ya, me estoy descontrolando, no me encuentro a gusto, se me va a notar que he engordado,…».

 También te puedo decir que retomes YA, que el momento perfecto no existe, solo existe hacerlo YA, porque si vas dejando que se introduzca en la rutina tu forma antigua de comer, al final te encontrarás de nuevo en esa «zona de confort» que tan bien conoces y que tan mal te hace sentir al final del día. 

También te diría que es normal que los primeros días de volver a comer sano te sientas “rara”, por un lado contenta de estar cuidándote de nuevo y por otro con cierta añoranza de la “libertad” que creáis que tenías para comer lo que querías. Pero no te equivoques, esa “libertad” era una ilusión, porque con esa “libertad” llega la cárcel de los kilos y empezar a no sentirte como quieres sentirte. Así que está bien que sepamos que de vez en cuando tendremos épocas de “libertad”, pero que el resto del tiempo estamos cuidándonos para sentirnos realmente libres y a gusto con nuestro cuerpo.

Volver a centrarte en cuidarte depende totalmente de ti.  ¡Merece la pena hacerlo!

 ¡A por un nuevo año!!

 Club3MS